El corazón lleno de nombres

Al final del camino me dirán
- ¿Has vivido? ¿Has amado?
Y yo sin decir nada,
abriré el corazón lleno de nombres...

Pedro Casaldáliga

domingo, 8 de noviembre de 2020

Cuidar nuestro aceite

Esta semana me ha acompañado el evangelio de hoy: la historia de las jóvenes necias y las prudentes. Preparar la oración para una comunidad me dio el pretexto perfecto para rumiarlo, darle vueltas, dejar que me hablara. 

Aunque sé que puede haber otras lecturas, quizás este tiempo de pandemia me llevó a pensar en ese "aceite" que necesitamos para sentirnos vivas y que nuestra vida tenga luz. Los espacios de rehacernos, las amistades cercanas, las personas con quiénes reír, los gestos de cariño, la relación honda y verdadera con el Señor, el pequeño círculo con quién compartir lo que hay en nuestro corazón, el mirar espacios verdes... Cada quién sabe cuáles son los lugares, personas y experiencias que vuelven a llenar nuestra lámpara. Y el buscar esos espacios es nuestra responsabilidad: hay cosas que nadie puede hacer en nuestro lugar, nos tocan a nosotros. 

  • Nadie puede cuidar nuestra salud o descanso, nos toca hacerlo.
  • Nadie va a alimentar nuestra relación con Dios, - o el amor en nuestro matrimonio - si nosotros no nos damos el tiempo para hacerlo.
  • Nadie elige por nosotros qué alimenta nuestro espíritu: son pequeñas decisiones las que definen qué escuchamos, con quiénes pasamos el tiempo, si nos damos espacio para profundizar o nos escapamos en la superficialidad.

¿Cómo anda el nivel de aceite en tu relación de pareja? ¿En tu relación con Dios?  ¿En tu corazón?  ¿Te sientes llena, o te has ido quedando vacía?

Hoy es un buen momento para escuchar la voz del Señor: No te apagues, te necesito encendida. No quiero que te quedes sin aceite. Corre, es tiempo. Respira profundo y llena tu vasija de aceite. Te conozco, no te cerraré la puerta, pero ve... busca tu aceite. Porque va a empezar la fiesta, y te necesito luminosa... iluminando. 

Clara Malo C. rscj