El corazón lleno de nombres

Al final del camino me dirán
- ¿Has vivido? ¿Has amado?
Y yo sin decir nada,
abriré el corazón lleno de nombres...

Pedro Casaldáliga

domingo, 10 de junio de 2012

El cuerpo de Jesús


El jueves celebramos aquí en México la fiesta de Corpus, el Cuerpo de Cristo. En las parroquias se organizaron procesiones y momentos de adoración a la Eucaristía,  pero tengo la impresión de que a muchísima gente esta fiesta le ha ido quedando lejana.  También creo que el centrarnos en un aspecto, el de Jesús presente en el pan, no nos ha dejado espacio para agradecer lo básico:  Jesús tuvo cuerpo.  
El Hijo de Dios fue cuerpo, con todo lo que esto supone de gozo y de dolor. Lo que supone, sobre todo, de capacidad de relación. Creo  que la fiesta de Corpus es una oportunidad de agradecer con todo nuestro ser la cercanía y la solidaridad que encierra la encarnación.
Agradecer, por ejemplo, que Jesús haya tenido pies. Algo tan simple y evidente como eso: pies para caminar de un pueblo a otro, pies para ser besados y lavados por aquella mujer pecadora, pies cansados que lo hicieran sentarse a descansar junto a un pozo. Y ver entonces cada parte de su cuerpo y celebrar que con él tocara a los leprosos y abrazara a los niños; que permitiera que el discípulo amado se reclinara en su pecho o que una mujer lo ungiera con perfume.
Mirando el evangelio, impresiona ver en cuántas escenas destaca la corporalidad y todo lo que ésta expresa. Jesús toca, acaricia, es apretado por todas partes por la multitud; más tarde sería golpeado, azotado, traspasado. Y es que ahí, en el cuerpo, está también el medio para querer, para decir “esto soy”, para relacionarnos, para dejar que los demás se acerquen.
Por eso podemos agradecer también por el don de nuestros pies, nuestras manos, nuestro rostro o cada parte de este cuerpo nuestro, invitado a ser también “transparencia” de la presencia de Dios. Invitado a ser bendición para otros, entregado para el Reino. "Este es mi cuerpo, que se entrega por..."

¿Por quiénes entregas el tuyo?
Clara Malo C.  rscj

1 comentario:

  1. Ay, Clara... gracias por ese comentario sobre la corporalidad de Jesus--una corporalidad que compartimos y que vale celebracion...que vale honor...respeto...ternura...que vale ser alimentada con El Pan entregado por todos... Gracias...

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