El corazón lleno de nombres

Al final del camino me dirán
- ¿Has vivido? ¿Has amado?
Y yo sin decir nada,
abriré el corazón lleno de nombres...

Pedro Casaldáliga

jueves, 14 de marzo de 2013

¿Una primavera en la Iglesia?

Son tiempos de esperanza. Ahora que se usa más el escepticismo, declaro sin pena que hoy me emocioné y que se renovó mi confianza en el Espíritu de Dios que se hace presente.

LO QUE ME CONTARON:

Platicando con un jesuita argentino nos decía sobre el Cardenal Bergoglio, ahora Papa Francisco:
"Puedo decir que es una excelente persona, un excelente cura, un excelente pastor. Un hombre sumamente sencillo, que no tiene chofer y que prefiere moverse en metro. Ya siendo arzobispo, visitaba a las familias de la parroquia en la que había sido sacerdote. Te lo podías encontrar en la calle como si nada, siempre muy cercano.  Es un hombre abierto, nada ortodoxo, que da un mensaje de inclusión. Por ejemplo, ha organizado círculos de diálogo con divorciados vueltos a casar. 
Realmente la gente lo quiere mucho... Hay señoras de la parroquia que todavía hablan de él como "el padre Jorge" y cuentan cómo les ayudó para techar su casa. Tiene un gran sentido social y una opción por los pobres clara. Acompañó y apoyó a los sacerdotes que trabajan en las villas (zonas populares). Como obispo, ayudó a la reconciliación entre los sacerdotes de la diócesis..."
La dictadura en Argentina coincidió en parte con el tiempo en que fue Provincial de los jesuitas. Un tiempo muy difícil.  Algunos lo han acusado de no defender a jesuitas que fueron secuestrados por los militares.  Pero la otra versión dice que los sacó de donde estaban para salvarles la vida...

LO QUE VIMOS:

El gesto de pedir ser bendecido por el pueblo antes de dar la bendición fue conmovedor, pero hay otros gestos igual de significativos que hay que tomar en cuenta:
- Todo el tiempo se situó como "obispo de Roma". No usó la palabra Papa para referirse a sí mismo ni tampoco para Benedicto XVI.  Se presentó como el obispo de una diócesis, Roma,  llamada a orar por las otras diócesis del mundo como una hermana mayor.   Aunque muchos esperarían pronunciamientos sobre otros temas, este es un gesto muy revolucionario, porque está recuperando la visión de Iglesia del Concilio Vaticano II. Implica acotar el poder del Papa para hacerse "el primero entre sus iguales" y caminar para que haya una relación más horizontal entre él y los obispos. Y me atrevo a pensar que este puede ser un paso que ayude también a la reconciliación con las Iglesias de Oriente.
- El nombre, Francisco, dice muchísimo. Hay quienes preguntan si es por Francisco Xavier, el gran misionero jesuita, o por Francisco de Asís, el pobre. No lo sé de seguro, pero me parece que es por el de Asís, el que reconstruyó la Iglesia al volver a la sencillez y la pobreza, a la fraternidad universal y el amor apasionado por Jesús.  Este vagabundo se paseaba en estos días con el letrero: "Francisco, Papa" y explicaba que se necesitaba otro Francisco para reconstruir la Iglesia...
- Apareció vestido de blanco, sin los ropajes extra que se habían puesto todos los anteriores. Es un signo  de sencillez que también habla...
- Toda la actitud fue la de un párroco que llega a saludar a su parroquia. Que invita a la oración y arranca con una que todos se saben: el Padre Nuestro. Que pide que lo bendigan y consigue que una plaza inmensa quede en silencio.

LO QUE PODEMOS ESPERAR:

Por lo pronto, un Papa que ayudará a poner la mirada en el pueblo de Dios. Y no se va a tentar el corazón para denunciar a quienes alejan a la gente. Para muestra, las palabras que dijo en una misa (llena de sacerdotes y otros obispos) apenas el año pasado: 
"...en nuestra región eclesiástica hay presbíteros que no bautizan a los chicos de las madres solteras porque no fueron concebidos en la santidad del matrimonio. Éstos son los hipócritas de hoy. Los que clericalizaron a la Iglesia. Los que apartan al pueblo de Dios de la salvación. Y esa pobre chica que, pudiendo haber mandado a su hijo al remitente, tuvo la valentía de traerlo al mundo, va peregrinando de parroquia en parroquia para que se lo bauticen.
No a la hipocresía. No al clericalismo hipócrita. No a la mundanidad espiritual, porque esto es demostrar que uno es más empresario que hombre o mujer de evangelio.
Sí a la cercanía. A caminar con el pueblo de Dios. A tener ternura especialmente con los pecadores, con los que están más alejados, y saber que Dios vive en medio de ellos..." 


Otra cosa, es un Papa al que se le va a entender. Va a hablar directo, con claridad y para todo el mundo.

Ya vimos que es cercano y dicen que es abierto, pero ¿abierto en qué?  Más vale tener claro que hay temas en los que la Iglesia no se va a mover pronto. Es una máquina grande y se mueve despacio, además de que es una institución basada en la continuidad de la tradición.  Es decir, cada pequeño cambio significa mucho, porque nadie contradice lo fundamental del mensaje "de los antepasados", por así decirlo. 

Hay temas en los que quizá haya una apertura pastoral, como el de los divorciados que se vuelven a casar, pero no esperemos, por ejemplo, que se modifique la postura frente al matrimonio homosexual, o el sacerdocio de la mujer. ¿Eso lo vuelve homofóbico y misógino? No necesariamente. Es simplemente que la estructura teológica y cultural de todos los obispos en este momento es conservadora. Hablar de "matrimonio" y "ordenación" toca dos sacramentos, y no es fácil cambiar el esquema.  Como dijo el otro día Timothy Dolan, el arzobispo de Nueva York : "Todos esperan que el futuro Papa haga cambios, pero parte de la descripción del puesto es que le toca conservar..."  Así lo entienden ellos.  Pero la actitud hacia las personas concretas, esa sí que puede cambiar.
Hay otros puntos, también urgentes, en los que creo que podemos tener esperanza: la centralidad de los pobres, la coherencia de los sacerdotes, una visión más misericordiosa sobre lo humano.

La verdad es que en estos tiempos de Iglesia, y conociendo la mentalidad de algunos obispos, sacerdotes, seminaristas e incluso sacristanes laicos, me da esperanza esta foto en la que Bergoglio está lavando los pies a una mujer. Ya tengo una imagen para enseñar la próxima vez que en una parroquia me digan que el Jueves Santo  en el lavatorio de los pies sólo puede haber apóstoles hombres, porque así lo quiso Jesús. Resulta que el nuevo Papa entiende que apóstoles somos todos: hombres y mujeres, niños y adultos. Y que hay que lavarnos los pies unos a otros.

Como lo dijo él mismo: Que Dios nos conceda esta gracia de la cercanía, que nos salva de toda actitud empresarial, mundana, proselitista, clericalista, y nos aproxima al camino de Él: caminar con el santo pueblo fiel de Dios. Que así sea.

miércoles, 13 de marzo de 2013

En el regazo de Dios


La lectura de hoy es del libro de Isaías. Una belleza. 
Esta mañana recé escuchando "Rezando voy", y para mi sorpresa, nos invitaban a sentarnos en el regazo de Dios y escuchar su susurro, diciéndonos estas palabras: 

"En los días buenos te he respondido. Cuando las cosas iban bien yo estaba contigo. Te cuidé y te hice sentir que éramos aliados. También en tus sombras, en los días grises, en los momentos de oscuridad, he querido gritarte: “¡Ánimo! ¡Sal! ¡Ven a la luz!” “No te rindas”.
Habrá en tu camino lugares donde descansar. Habrá pan en tu mesa, y aunque haya etapas de desierto, te llevaré hacia oasis donde puedas reponerte. Yo, que te guío, te quiero con pasión. Haré que tus pasos encuentren el sendero y que puedas sortear las dificultades. E igual que tú, otros muchos, hombres y mujeres, de todos los países, de todos los tiempos. Juntos cantaréis, y os alegraréis, cuando os deis cuenta de quién soy Yo.
Sé que a veces pensarás que te he abandonado, que no me oirás, que te asaltará la duda, la desazón o la incomprensión, y te preguntarás si acaso te quiero. Pues bien, no lo dudes: jamás te olvidaré ni dejaré de amarte. Más incluso de lo que una madre quiere al hijo salido de sus entrañas. Yo, tu Dios, te quiero..."
La "traducción" no es mía, es de José Ma. Rodríguez Olaizola. Y después de leerla, creo que no necesito decir nada más...