El corazón lleno de nombres

Al final del camino me dirán
- ¿Has vivido? ¿Has amado?
Y yo sin decir nada,
abriré el corazón lleno de nombres...

Pedro Casaldáliga

jueves, 29 de marzo de 2018

Los gestos del amor

Desde hace muchos años, mi saludo secreto para el Jueves Santo es "feliz día del amor y la amistad, Señor". Eso es lo que digo internamente, con una sonrisa cómplice.
El 14 de febrero me ha sonado siempre como un día comercial: las tiendas de regalos suben sus ventas, vemos corazones un tanto cursis y se regalan flores y chocolates.  Pero hoy, en la Última Cena, Jesús nos enseña los gestos de amor más auténticos:
  • Arrodillarse para servir. Dejar su lugar en la mesa, renunciar a la comodidad y al privilegio que hubiera podido tener, como "Maestro y Señor". 
  • Lavar los pies de sus amigos, incluso si alguno rechaza el gesto. 
  • Hablar profundo, desde el corazón. Compartir deseos, sueños, temores, proyectos...
  • Permitir que un amigo ponga su cabeza en su hombro, descansando en él sus miedos, sus preguntas...
  • Partir el pan. Y poner en él toda su vida, su persona, recuerdos, experiencias... Parte el pan y enseña cómo vivir la vida: dándolo todo, repartiéndolo todo. 
  • Levantar la copa y brindar, y bendecir a Dios. Y en ese gesto, poner también la determinación de entregar su vida hasta el final. 
  • Dejar ir al que quiso abandonarlo. Al que no creyó en él y en su proyecto. 
No son gestos sólo de esta noche. Son los gestos de una vida, porque eso es lo que fue haciendo muchas veces: servir, hablar desde el corazón, renunciar a privilegios, expresar la ternura sin miedo, partir el pan al mismo tiempo que se dejaba partir el corazón. Bendecir a Dios y ser bendición viva para mucha gente.

Más tarde, el gesto de la amistad será dar la cara sin esconderse. Entregarse y salvar a los otros. Y el amor alcanzará hasta al soldado herido en la oreja. 

"Nadie tiene más amor que el que da la vida por sus amigos..."  Hoy Jesús se pone a nuestros pies y nos dice: "Ya siéntate. Hoy quiero lavarte, que te refresques y descanses".  Y también nos dice "levántate y haz tú lo mismo".

Gracias por el amor, Señor. Gracias por ser amigo. 
Clara Malo C.

4 comentarios:

  1. Gracias Clara por compartir tus reflexiones. Esta es bellísima, ¡Gracias!

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  2. Me encantó la reflexióm, este párrafo me lo quedo para guardarlo en el corazón. Abrazo grande
    "Permitir que un amigo ponga su cabeza en su hombro, descansando en él sus miedos, sus preguntas"

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  3. Paz y bien extrañada... Tanto que hablar tanto

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