El corazón lleno de nombres

Al final del camino me dirán
- ¿Has vivido? ¿Has amado?
Y yo sin decir nada,
abriré el corazón lleno de nombres...

Pedro Casaldáliga

domingo, 12 de abril de 2020

Quédate con nosotros (en cuarentena)

El evangelio de Emaús se lee la tarde del domingo de Pascua, sin embargo empecé a rezarlo hace casi un mes, cuando inició en México la transición a la cuarentena. Mientras se iban cerrando espacios públicos: escuelas, misas dominicales, cines... y se cancelaban actividades largamente planeadas, venía a mi mente el desconcierto de esos dos discípulos que iban caminando hacia Emaús.
"Nosotros esperábamos..." que la vida siguiera como si nada, pero de pronto nos vimos paralizados por una crisis que no dimensionamos. Entre el asombro y el miedo, nos hemos ido llenando de información, de fake news, de memes, y tal vez ese exceso de ruido no nos permite ver a Aquel que camina con nosotros.

"¿De qué vienen discutiendo en el camino?" Quizás lo primero que necesitamos es platicar con Jesús esto que nos preocupa: "¿Eres el único que no sabe lo que está pasando???" Puedo imaginar la sonrisa discreta de Jesús mientras le contamos nuestra preocupación y frustración, una mezcla confusa de salud, política, reflexiones, aprendizajes... Pero a estas alturas, creo que también será bueno callar. Confiemos en que, de alguna manera, nos irá explicando las cosas, desenmarañando los hilos, serenando las angustias, dejándonos ver lo esencial. Dejmos que también nos reproche la dureza de corazón y entendimiento.

Como los discípulos de Emaús, nos hemos distanciado de nuestra vida normal, de nuestra Jerusalén donde trabajamos y convivimos, para bien y para mal. En esta "noche", entramos a nuestra casa. El último día que los maestros fuimos al colegio, esta fue nuestra oración: "Quédate con nosotros, porque ya es tarde y pronto va a oscurecer". Nos quedaremos en casa, con nuestra incertidumbre y nuestros miedos, pero por favor, quédate con nosotros.

El evangelio nos dice que fue ahí, en la casa donde se habían auto-aislado, que se les abrieron los ojos y reconocieron a Jesús. El momento clave fue el de partir el pan. ¿Cómo se parte el pan en estas circunstancias? Las últimas semanas nos han dado muchos ejemplos: los grupos que se organizan para repartir despensas, los médicos, enfermeras, personal de limpieza, que se juegan la vida y la salud entregándose a los demás. Pero también sé de familias que estos días compartieron su fe con mucha profundidad, haciendo en casa las celebraciones de Semana Santa y atreviéndose a hablar desde el corazón. Hay quien "parte el pan" cuidando a un enfermo, o a un pariente anciano. Los papás y mamás que cuidan a sus hijos 24/7 y aún se dan el tiempo de compartir mensajes de esperanza.  Pienso que cada uno de ellos, cuando tarde o temprano llegue el momento de "volver a Jerusalén", podrán contarnos cómo reconocieron a Jesús.
Ojalá que también, cada uno de nosotros, les pueda decir, "Es verdad, ha resucitado". Porque sabremos, con todo nuestro ser, que la última palabra no la tiene la muerte. La tiene el Amor.

Clara Malo C. rscj

1 comentario:

  1. Bellísimo Clara. Gracias por darnos Emaus como una clave para interpretar esta situación que estamos viviendo, y hacernos conscientes de que El camina con nosotros

    ResponderEliminar