El corazón lleno de nombres

Al final del camino me dirán
- ¿Has vivido? ¿Has amado?
Y yo sin decir nada,
abriré el corazón lleno de nombres...

Pedro Casaldáliga

lunes, 27 de agosto de 2012

Caminar con Dios y con su pueblo

Uno de los regalos de este verano fue poder participar en la fiesta que organizaron la familia y la comunidad de  Celia, que había hecho los votos perpetuos en Roma el 1de julio.  Celia es indígena,  así que cuando hablo de su comunidad estoy hablando de toda la gente de su pueblo, El Mejay. También estoy hablando de los ñahñu del Valle del Mezquital,  que vinieron a la fiesta desde al menos 15 pueblos distintos.
La fiesta fue una larga liturgia:  tres días de celebración que nos permitieron tocar a Dios-con-nosotros.  Cada parte merecería un capitulo, así que comparto al menos mis reflexiones sobre la procesión de la primera tarde.

La procesión partió de la capilla del pueblo hacia la casa de Celia.  Cada uno de los pueblos venía acompañado de la imagen de su santo patrón, así que caminamos acompañando a la Santísima Trinidad, el Sagrado Corazón, la Virgen del Perpetuo Socorro, la Inmaculada Concepción, San Judas... 
¿Quién acompañaba  quién?  Creo que esa procesión fue una síntesis de lo que significa caminar juntos, Dios y nosotros.  También de lo que significa caminar como hermanas:
  • Hasta adelante iban la mamá  y la madrina de Celia.  Llevaban en sus manos el incienso... y yo pensaba cómo Celia aprendió a caminar siguiendo las huellas de estas mujeres sencillas y sabias, de las que aprendió su fe y su cultura. 
  • La imagen que encabezaba la procesión era la "Divina Providencia",  una imagen de la Trinidad. Dios caminaba con nosotros en sus distintos rostros, sus distintas presencias...
  • También nosotros caminábamos con Dios.  Cada comunidad venía custodiando su imagen, y era como decir sin palabras: "Sí, aquí estamos, Dios nuestro. Caminamos contigo, no nos rendimos".
  • Este caminar era buena noticia para otros. Vi a una mujer que desde la puerta de su casa hacía la señal de la cruz, y pensé "Es verdad, aquí hay algo sagrado..."
  • Me tocó caminar cerca de Celia, a ratos a su lado, a ratos unos pasos atrás. También eso fue para mi un signo de lo que nos toca hacer unas por otras. Yo hice mis votos perpetuos hace 10 años,  y parte de lo que hago ahora es justamente caminar con mis hermanas, respaldar en lo posible...
 "Ya se te ha dicho lo que es bueno... lo que el Señor reclama de ti es esto:tan sólo practicar la justicia, amar con ternura, y caminar humildemente con tu Dios" (Miq. 6,8)


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